El tendido de acero del puente cumplió su vida útil y pese a los esfuerzos de la comunidad por mejorarlo se cayó dejando incomunicada a la zona turística de San Cipriano y a los mismos mineros que trabajan en la zona.

Al puente se le reventaron los cables que sostenían gran parte de la tablas para el paso de más de 2.000 personas que diariamente cruzan este sector.El mismo está ubicado a la entrada de la zona de San Cipriano, por el sitio conocido como Bodegas, donde además de los mineros los turistas lo utilizan para desplazarse hacia la reserva natural."El puente venía en mal estado desde hace rato, con el apoyo del municipio y de algunos mineros intentamos cambiarle las tablas y ya habíamos avanzado en más del 90 por ciento cuando el tendido de acero se reventó", destacó Lucila Martínez, representante del Consejo Comunitario del Alto y Medio Dagua.Destacó que este puente cumplió su ciclo pues desde hace cinco años no se le hacia mantenimiento. Descartó que su caída haya tenido que ver con el fuerte invierno que afecta la zona.Por su parte voceros del Gobierno local sindicaron a la misma comunidad de ser responsable en parte por esta situación por haber permitido el que este fuera utilizado por los mineros de Zaragoza.Sin embargo manifestaron que se va a reparar pero que en este momento no se tienen los recursos necesarios, unos 29 millones de pesos que costaría su recuperación.Entre tanto para superar la incomunicación varios dueños de lanchas y botes han improvisado transporte de pasajeros entre orillas del río Dagua. "Nosotros cobramos mil pesos por cada persona", dijo uno de los motoristas.El viaje no dura más de 5 minutos y se hace atando el bote a un lazo corredizo que lo lleva y lo trae. Otros utilizan motor fuera de borda. Se cayó el puente...pero la minería no se detieneMiles de personas se siguen concentrando en diversos sectores de las riveras del río Dagua a su paso por Zaragoza para buscar las pepitas doradas.Se observan todavía retroexcavadoras en la zona, aunque sus propietarios alegan que están tratando de devolver el rumbo al cauce del río para evitar una tragedia con el invierno.