Durante 22 días, el principal puerto sobre el Pacífico vivió intensas protestas, motivadas por la corrupción, las fallas en servicios públicos, el desempleo y otros 'males' que padecía su población.

Aunque los bonaverenses quedaron satisfechos con los logros alcanzados, el paro dejó pérdidas superiores a los $300.000 millones. Solo los transportadores hablaron de más de $50.000 millones para el sector.