La salud dental es algo que muchas personas no cuidan lo suficiente hasta que enfrentan problemas relacionados con la falta de higiene. Uno de ellos es el sarro, también llamado cálculo dental o tártaro, una capa de placa bacteriana que se ubica sobre los dientes.
Los expertos de la compañía Sanitas sostienen que esta condición se desarrolla con la unión de saliva, restos de comida que permanecen en los dientes y colonias de bacterias que se alimentan de esto. Al no cepillar y limpiar la boca como se debe, lo que ocurre es que la placa, que inicialmente es invisible, empieza a depositar una película de sustancias minerales que adquieren la conocida tonalidad amarillenta o marrón del sarro.
Esas sustancia son, generalmente, sales de calcio y de fósforo. Ahora bien, el sarro no se trata solo de un dilema estético, como podría parecer a simple vista, también tiene implicaciones de salud bucal.
Los depósitos de minerales acumulados en la dentadura son los que desarrollan, por un lado, las caries, que son áreas de los dientes dañadas de manera permanente, en las cuales se forman pequeños orificios. El portal Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, explica que las complicaciones que pueden derivar las caries son: molestia o dolor, diente fracturado, incapacidad para morder con los dientes, absceso dental, sensibilidad dental, infección del hueso, pérdida de hueso y, en último caso, pérdida de dientes.
Por el otro lado, los depósitos también pueden desencadenar la enfermedad periodontal, que es “una infección grave de las encías que daña el tejido blando alrededor de los dientes”, y que si no se trata, “puede destruir el hueso en el que se apoyan los dientes, causando que estos se aflojen o se caigan”, expresa Mayo Clinic.
La aparición de la placa bacteriana y los depósitos de minerales puede evitarse cepillándose los dientes constante y adecuadamente, usando hilo dental y realizando limpiezas bucales regulares con los especialistas, sin embargo, si se ha hecho tarde y ya ha empezado a aparecer sarro, lo más recomendado es ir a una clínica dental.
Pero como existen quienes no gustan de acudir a estos lugares y prefieren buscar remedios caseros, hay que señalar que en internet aparecen muchos de estos que, en mayor o menor medida dependiendo de cada caso, pueden ser exitosos.
La Clínica Cervera, de España, explica al respecto que la mayoría de los remedios caseros que aparecen en internet utilizan “bicarbonato, limón o agua oxigenada entre sus componentes. Sin embargo, ninguno de estos remedios va a hacerle ningún favor a tu boca si recurres a ellos con frecuencia”.
Por tanto, es importante que quienes decidan implementarlos sean conscientes de que no es algo que deba realizarse todos los días por cuanto pueden deteriorar el esmalte de los dientes. De hecho, con que se haga una vez al mes, o incluso de forma menos continuada, será más que suficiente.
Bicarbonato de sodio
Como mencionó la Clínica Cervera, es uno de los remedios más populares y contributivos para remover el sarro y blanquear los dientes, pero debe ser usado en poca cantidad por sus altas cualidades abrasivas.
Los ingredientes son simples: una cucharadita de bicarbonato de sodio de unos 5 gramos y una pizca de sal.
Con esto a la mano, se deben combinar y humedecerlos con un poco de agua. Una vez la mezcla esté bien integrada, se debe aplicar y frotar sobre los dientes con la ayuda del cepillo; habrá que dejar que sus propiedades actúen, aproximadamente, durante cinco minutos, después de lo cual se debe enjuagar la boca con abundante agua.
Imprescindible que no quede rastro en la boca de la mezcla, tampoco puede ser ingerido este líquido, ya que esto podría traer graves consecuencias de salud.
Cáscara de naranja
Un remedio casero para el sarro es la implementación de cierta cantidad de vitamina C, la cual se encuentra contenida en la cáscara de la naranja. Esto también ayudará a frenar el crecimiento bacteriano y la acumulación de residuos en el esmalte de los dientes.
Con una cáscara de naranja es suficiente para este remedio, la cual debe ser tomada por su parte blanca para frotarla durante alrededor de tres minutos sobre los dientes. Una vez hecho esto, cepille sus dientes como de costumbre y será todo.