En la tarde del viernes, 15 de marzo, el presidente Petro visitó a Cali, donde se reunió con la minga indígena y sectores populares de la población que lo apoyan. Desde Puerto Rellena, y a un lado del llamado “monumento a la resistencia”, el mandatario dio un discurso donde dejó conocer, por primera vez, su intención de prolongarse en el poder a través de una Asamblea Nacional Constituyente que modifique la Constitución Nacional.
“Si las instituciones que hoy tenemos no son capaces de estar a la altura de las reformas sociales que el pueblo, a través de su voto, ordenó, no es el pueblo el que se va derrotado, son las transformaciones de esas instituciones las que se tienen que hacer. No es el pueblo el que se va, es la institución la que cambia, esa es la historia de la democracia y los pueblos libres y, por lo tanto, si esta posibilidad de un gobierno electo popularmente en medio de este Estado no puede aplicar la Constitución, porque lo rodean para no aplicarla, entonces Colombia tiene que ir a una Asamblea Nacional Constituyente”, dijo Petro en su discurso de ayer en la capital del Valle.
Ante esta sugerencia del mandatario colombiano, de inmediato hubo una reacción desde todas las tendencias políticas del país, sobre todo desde el sector de la oposición, encabezada por el Partido Centro Democrático y su líder, el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Desde su cuenta de X (antes Twitter), el expresidente Uribe Vélez publicó en la mañana de este sábado, 16 de marzo, un extenso texto donde a su manera reflexionaba sobre el discurso del presidente colombiano, y dejaba sentada su posición, aunque sin nombrar a Gustavo Petro.
La publicación lleva el título “Los ‘estallidos sociales’ y la destrucción”, y empieza por afirmar que para él, “Los ‘estallidos sociales’ de 2019 y 2021 dejaron muertes, mutilaciones, destrucción, odio, empleos perdidos, desconfianza…. Se quiso imponer que la libertad y la protesta equivalían al derecho a destruir. Se quiso reducir la autoridad a la mirada impotente del crimen”.
Respecto a la posibilidad de una Asamblea Nacional Constituyente, como lo propuso Petro, Uribe recordó que en “Chile, después de la polarizante e inútil lucha Constitucional, parece estar en un camino de búsqueda de consensos. El imperio de las instituciones de nuevo prevalece”, aludiendo a que una iniciativa similar fracasó en el país suramericano.
Luego aseguró que “aquí muchos discrepamos de los caminos propuestos por el Gobierno para resolver los problemas sociales. Una economía que destruye valor jamás construirá equidad sostenible. Un aparato estatal gigante y un sector privado enano garantizan la generalización irredimible de la pobreza. La inestabilidad Constitucional, la inseguridad jurídica, impiden echar raíces sólidas de progreso”.
Agregó que “Los ajustes, sean Constitucionales, legales, administrativos, que son la savia vital de la democracia, no pueden ser remplazados por el ultimátum de imposición o destrucción”.
Finalmente, se refirió a la juventud, protagonista de las movilizaciones sociales que se presentaron en 2019 y 2021, durante el Gobierno de Iván Duque, quien llegó al poder con su aval: “Los jóvenes no necesitan incertidumbres constitucionales. Los jóvenes requieren un país seguro, con democracia estable y reglas claras y duraderas. La necesidad de educación pertinente, universal, de calidad, de buenas oportunidades laborales y de recursos para el emprendimiento, está asociada al emprendimiento privado vigoroso. La desconfianza social estanca a la sociedad, frena la inversión, marchita el interés en el país y promueve el éxodo ciudadano”, señaló.