Lo que empezó como un debate de control político al ministro de la Defensa, Pedro Sánchez, terminó convertido en uno de los enfrentamientos más tensos del Congreso en los últimos meses.
El espacio, convocado para revisar las denuncias sobre presunta infiltración de disidencias en operaciones militares, derivó en un cruce abierto entre los senadores Paloma Valencia e Iván Cepeda, ambos aspirantes a la Presidencia en 2026.
El punto de quiebre surgió cuando Valencia retomó su intervención del día anterior suspendida por falta de quórum y cuestionó la presencia de Cepeda en reuniones encabezadas por el general Juan Miguel Huertas, oficial señalado en investigaciones por eventuales vínculos con grupos armados ilegales.
La senadora afirmó que varios militares en retiro habrían trabajado en actividades políticas, lo que, a su juicio, violaría las normas que prohíben la participación partidista de las Fuerzas Armadas.
Valencia aseguró además que durante el Gobierno de Iván Duque se recibieron reportes de agencias extranjeras en los que Huertas habría sido catalogado como una persona cercana a estructuras narcotraficantes.
Según dijo, el actual Gobierno reincorporó al oficial y contempló incluso su eventual nombramiento en altos cargos de la cúpula militar, lo que provocó una inmediata reacción del petrismo.
El senador Cepeda respondió desde el atril con una intervención prolongada en la que negó haber participado en actos proselitistas y rechazó las acusaciones.
El congresista dirigió parte de su discurso a recordar investigaciones y fallos judiciales relacionados con figuras del uribismo, incluido el expresidente Álvaro Uribe y su hermano Santiago, condenado recientemente por delitos de lesa humanidad.
Durante la intervención, Cepeda mencionó el caso de “Los 12 Apóstoles”, una estructura paramilitar que ha sido objeto de diversas investigaciones.
Sus referencias provocaron interrupciones y gritos desde las bancadas opositoras, mientras Valencia pedía derecho a réplica al tiempo que acusaba al senador de poner en riesgo su integridad. La tensión obligó a la Mesa Directiva a intervenir para restablecer el orden.
A la confrontación se sumaron pronunciamientos de otros congresistas. Desde la oposición, el senador Jonathan Pulido defendió a Valencia y afirmó que algunos funcionarios del actual Gobierno han tenido comportamientos contradictorios con sus discursos contra el paramilitarismo.
Desde la bancada oficialista, la senadora María José Pizarro resaltó la importancia de la verdad judicial y sostuvo que el país continúa enfrentando deudas históricas en materia de justicia y esclarecimiento de crímenes.
En el tramo final, el ministro Pedro Sánchez intervino para reiterar que la Fuerza Pública mantiene una política de cero tolerancia frente a actos irregulares y que la institución trabaja con rigor para garantizar el control operativo. También señaló que la magnitud del personal militar exige altos niveles de supervisión y acceso oportuno a información.