El hundimiento de la reforma tributaria del Gobierno nacional en la Comisión Cuarta del Senado abrió un nuevo frente de confrontación política. La iniciativa, con la que la Casa de Nariño intentaba cerrar el déficit del Presupuesto General de 2026, aprobado por $ 546,9 billones, fue archivada con nueve votos en contra y cuatro a favor, pese a los intentos del Ejecutivo por asegurar mayorías en las últimas semanas.
Desde la orilla opositora, Abelardo De La Espriella, candidato presidencial del movimiento Defensores de la Patria, sostuvo en X que la decisión es una “excelente noticia”, al considerar que “Colombia no necesita más impuestos”. Afirmó además que el Gobierno “lleva más de tres años viviendo entre excesos, lujos y corrupción”.
En el Congreso, los mensajes no fueron menos duros. El senador Enrique Cabrales del Centro Democrático afirmó que la Comisión Cuarta hundió “una ley que castigaba a los colombianos, a los empresarios y a la atracción de inversión”. En un video, insistió en que la iniciativa “buscaba empobrecer más a los colombianos” y pidió al Gobierno dejar “de meter la mano al bolsillo y acabar con el derroche y la corrupción”.
Su copartidario Ciro Alejandro Ramírez también celebró el archivo y calificó la votación como “un mensaje de austeridad para que Petro no siga gastando en campaña”. En su declaración, llamó al presidente a amarrarse “el cinturón, austeridad”.
A ese bloque se sumó el senador Mauricio Gómez Amín, quien aseguró que “blindamos el bolsillo de los colombianos” y cumplió “con el país”.
Por su parte, la exsenadora María Fernanda Cabal calificó el resultado como “gran noticia”, al señalar que “aquí no falta plata, lo que sobran son ladrones” y acusar al Gobierno de usar recursos para “pagar favores y contratos a cambio de apoyo político”.
Las reacciones del oficialismo fueron diametralmente opuestas. Desde el Pacto Histórico, la senadora Gloria Flórez denunció una “vendetta contra el Gobierno” para proteger “a unos cuantos mega ricos”. Afirmó que a los opositores “no les interesa la estabilidad fiscal del país ni la sostenibilidad de los programas sociales en beneficio de quienes más lo necesitan”, y advirtió que la clase media sería la más afectada por eventuales recortes.
En la misma línea, la senadora María José Pizarro defendió la propuesta gubernamental y aseguró que la reforma planteaba que “quienes ganen más de 125 millones al mes pagarán más” y que quienes estén por debajo de ese umbral paguen menos.
Pizarro señaló que la iniciativa era una medida “básica de justicia tributaria” que debería generar consenso, pero denunció que algunos congresistas “legislan exclusivamente para un puñado de privilegiados”. “Su mezquindad será castigada en 2026”, aseguró.