El reporte de financiación de las campañas políticas es clave en la transparencia electoral porque permite conocer a cuánto ascienden los recursos aportados por los colombianos a cada una de ellas y el uso que éstas les dan.
Para ello se creó el mecanismo Cuentas Claras, para anticiparse a los excesos que se puedan cometer, vigilar que los aportes se ajusten a las normas y evitar que los ingresos y gastos traspasen los topes establecidos.
Por eso es preocupante que a cinco semanas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales no se conozca ninguna información de cuatro de las ocho campañas políticas.
A la fecha no se sabe quién financia, cuánto dinero ha entrado o en qué se están gastando esa plata en las campañas de Gustavo Petro, Íngrid Betancourt, John Milton Rodríguez y Luis Pérez.
De las organizaciones de Federico Gutiérrez y Enrique Gómez solo se conocen los ingresos mas no los egresos.
Y mientras esos grupos no cumplen con la ley o la hacen de manera parcial, a los que sí acatan las normas les llueven acusaciones de abusos y excesos.
La ley es para todos y si no se respeta se deben imponer las sanciones, establecidas para darle transparencia y generar confianza en los procesos electorales en Colombia.