“Esto no aguanta un día más”. Con esa frase el Procurador General de la Nación le pidió ayer a la Superintendencia de Salud intervenir a Medimás, la EPS conformada por el consorcio que adquirió en negocio con el Estado los activos de Cafesalud.

Las razones son las 10.000 quejas que se han recibido desde el 1 de agosto, cuando entró a operar la entidad y a atender a los cinco millones de usuarios heredados primero de SaludCoop y luego de Cafesalud.

Según el ente de control, Medimás no cuenta con una red de prestadores de servicios en 27 de los 29 departamentos en los que opera, ni se han firmado los contratos respectivos con 500 hospitales de la red pública.

Si bien la EPS recibió los problemas generados por la corrupción y los malos manejos administrativos de Saludcoop y Cafesalud, al comprarla adquirió el compromiso de prestar de forma oportuna y eficiente los servicios a sus usuarios.

Es de suponer que cuenta con los recursos necesarios y tiene la capacidad para atender a sus pacientes, razón por la cual se le adjudicó el negocio.

Ahora está en la obligación de responder y de impedir que se les siga vulnerando el derecho a la salud a esos cinco millones de colombianos que han padecido durante años por el desastre al que se llevó a la mayor EPS del país.