Desde que es ‘Pueblo Mágico’ del Valle, a Roldanillo le llegan más turistas, se multiplican los eventos culturales, los artesanos muestran más su trabajo e incrementan sus ingresos y la ciudad está más colorida y alegre.

Junto con Ginebra, el otro ‘Pueblo Mágico’, son ejemplo de que la diversión y el turismo en el Valle van más allá de la rumba, el trago o las cabalgatas.

El departamento tiene una amplia oferta cultural e histórica, cuenta con paisajes variados, mientras sus gentes son amables y hospitalarias.

Esas fortalezas que las identifican son las que Roldanillo y Ginebra resaltan para atraer más turistas; así lograron que la ocupación hotelera creciera un 46% y un 20% respectivamente en el último año.

El beneficio es para todos, para el municipio que fortalece un renglón económico importante y para sus habitantes que aprenden a cuidar más sus localidades, participan en su embellecimiento y lo promueven mientras encuentran nuevas formas de generar ingresos.

Son ejemplos a copiar en las demás poblaciones del departamento, cada una con atractivos que las identifican y con mucho que contar sobre lo que son o cómo viven.

Como lo demuestran Roldanillo y Ginebra, convertirse en ‘Pueblo Mágico’ es una forma efectiva de promover el turismo regional y de mostrar un Valle diferente y encantador.