Por una acción preventiva de la Personería Municipal la semana anterior se conoció que la restauración de la estatua Sebastián de Belalcázar concluyó el 3 de diciembre pasado y la Alcaldía recibió el trabajo finalizado el 30 del mismo mes.

La pregunta que se hace la misma Personería, es por qué estamos a mediados de marzo y aún no se ha procedido con su instalación.

El 28 de abril del 2021 la estatua fue atacada y derribada por un grupo de indígenas Misak, que madrugaron a vandalizarla.

Por los daños que sufrió tuvo que ser desmontada, después de varias semanas sin que se tomaran decisiones y, según dijo la Alcaldía a la espera de que la aseguradora respondiera, al fin se llevó a reparación.

Ocho meses después, por lo que ahora se sabe, estuvo lista.

Ese acto violento se convirtió en símbolo de la agresión a la cual fue sometida la ciudad desde ese día y por los siguientes dos meses.

Por ello, uno de los actos de reparación es ponerla en su sitio original y además proteger la estatua de nuevos intentos por dañarla.

Eso es lo que piden los caleños, y que se les explique por qué no la ubican de nuevo donde ha estado desde hace 80 años en homenaje de los fundadores de la capital del Valle.