Quienes deciden llevar drogas ilícitas a China construyen una ruta segura a prisión, donde las posibilidades de regresar a Colombia son muy escasas.El mensaje de ese país es claro y está orientado a demostrar que la Justicia sí se aplica y los castigos son severos, tanto que pueden llevar a la pena de muerte.Por eso es importante que quienes pretenden traficar con drogas a China y, en general, al continente asiático, reflexionen si vale la pena arriesgar la libertad y la vida por conseguir algunos pesos. Y vivir dramas como el del caleño Harold Carrillo, detenido en el 2011 y condenado a la máxima pena. Por fortuna, la Cancillería colombiana logró su repatriación porque padece de una grave enfermedad. Sin embargo, ésta es una suerte que difícilmente correrán los otros 138 colombianos acusados de narcotráfico en China.