Raúl Isaías Baduel pasó de ser compadre de Hugo Chávez, reinstalarlo en el poder y actuar como su fiel escudero, a convertirse en paria del chavismo y terminar sus días como preso político, encarcelado en las peores condiciones.
Quien fuera general de las huestes bolivarianas murió el pasado martes, según la información oficial por un ataque cardíaco derivado del Covid-19, lo que su familia desestima.
Baduel ganó fama cuando el 13 de abril de 2002, 48 horas después del golpe de Estado que le asestaron a Chávez, comandó la operación Restitución que le permitió al excoronel recuperar el poder.
Su fidelidad le valió ser nombrado ministro de Defensa, cargo que ejerció entre el 2006 y el 2007, cuando fue destituido por manifestar su desacuerdo y reclamarle públicamente al mandatario por pretender cambiar la Constitución para eternizarse en el poder.
Entonces comenzó la persecución, fue acusado de corrupción y llevado a la cárcel donde permaneció entre 2009 y el 2015.
Su respaldo a la oposición venezolana le significó una nueva detención dos años después y permaneció como preso político hasta su muerte, según sus allegados sometido a torturas y a las peores condiciones de encarcelamiento, a lo que atribuyen su fallecimiento.
Baduel fue un hombre controvertido, que como muchos militares, políticos y ciudadanos venezolanos en principio creyó en el cambio que proponía el chavismo, cohonestó con muchas de sus prácticas y terminó como víctima de la dictadura que hoy tiene en el abismo a la nación vecina.