Si algo está demostrando la temporada invernal que vive Cali, es que la ciudad no está preparada para enfrentar la amenaza de un invierno de regular intensidad. Y que el crecimiento urbanístico no ha sido acompañado de las obras de infraestructura que requiere. Ahora, además de la amenaza permanente del río Cauca y el debilitamiento de su Jarillón, apareció la falta de canales que impidan inundaciones como las padecidas en el sur de la ciudad, donde el desarrollo de programas de vivienda no tiene el acompañamiento de obras para prevenir las crecientes de ríos y quebradas.Además, está claro que Cali no puede seguir dependiendo de una sola vía, la Panamericana, para conectarse con el sur de Colombia.Sin duda, son problemas acumulados por la deficiencia en la planificación urbana, que reclaman soluciones para evitar que se conviertan en otra enfermedad crónica de la capital vallecaucana.