Sobradas razones tienen empresarios, líderes y vecinos del sector del puente de Juanchito para exigir la pronta terminación de esta obra que lleva siete años en construcción.

Pese a su importancia para el Valle, el puente sobre el río Cauca que une a Cali y Candelaria todavía no alcanza el 70 % de avance aun cuando arrancó en enero de 2015, ha contado con un presupuesto de $49.000 millones y lleva numerosas adiciones presupuestales.

Su parsimoniosa construcción ha provocado cuellos de botella que afectan la movilización diaria de 20.000 vehículos, las miles de personas que viven o trabajan en los dos municipios y el aprovisionamiento de los alimentos que se almacenan en Cavasa.

Además, los constantes retrasos de la obra han ocasionado el despido de trabajadores y empleados y cuantiosas pérdidas para las empresas del sector.

Ahora, cuando se está a la espera de un apoyo adicional de $10.000 millones prometido por el Gobierno Nacional, se tiene la esperanza que su finalización se pueda cristalizar en el primer semestre de 2023.

No obstante a los graves inconvenientes y sobrecostos de la obra, no parece existir una investigación que aclare a los vallecaucanos lo que está sucediendo y sobre los frecuentes incumplimientos del contratista.