El cierre de plantas en Cali de Bayer y Michelín debe llevar a reflexionar sobre lo que está ocurriendo, y a tomar decisiones para evitar un éxodo que destruye el empleo. Aunque la salida de Bayer obedece a decisiones internas de la multinacional, es hora de preguntarse por qué se pierde la competitividad de la región y qué debe hacerse para recuperarla. Por eso las autoridades locales y nacionales tienen que reaccionar y crear incentivos para traer la inversión internacional a Cali, aquella que crea riqueza y puestos de trabajo. Así como el Gobierno promueve los TLC para vincular al país a las corrientes de la economía mundial, asimismo debe promover y estimular la inversión en industria y competitividad.Desaprovechar la posición geográfica de Cali y el Valle como puente entre las Américas, es renunciar a una de las ventajas que hicieron posible construir la región más próspera de Colombia.