“Durante esta Alcaldía no logramos su ejecución, lo cual quiere decir que a las siguientes administraciones les corresponde encontrar el mejor mecanismo para hacerlo”.

Las palabras son del Secretario de Infraestructura de Cali y de lo que habla es de la ampliación de la salida al mar, la megaobra por la que ya pagaron los caleños y que diez años después sigue en veremos.

La radiografía que presentó ayer El País sobre lo que ocurre en la portada al mar muestra cómo el problema de movilidad se agrava día a día.

Lo peor es la congestión vehicular que es intolerable sobre todo en horas pico o en fines de semana cuando miles de vehículos salen y entran de la ciudad por esa vía.

Además la inseguridad crece, hay invasión del espacio público, las ventas ambulantes que aprovechan el trancón generan riesgo y no hay autoridad que dé abasto para atender todos esos frentes.

Y aunque se entiende que hubo una falla monumental a la hora de calcular los costos de esta megaobra, con errores imperdonables como no haber proyectado la necesaria compra de predios para hacer la ampliación lo que ha multiplicado por cuatro el valor del proyecto, a los caleños hay que responderles.

Es un deber del Municipio sacar adelante un proyecto vial que necesita con urgencia Cali para cumplirle a los contribuyentes y resolver uno de sus más graves problemas de movilidad hacia el occidente.