Atender oportunamente las señales de advertencia que se evidencian en jóvenes que padecen la depresión, es un elemento eficaz para salvar vidas.
Durante 2022, la Secretaría de Educación de Cali recibió 3309 reportes de afectaciones en la salud mental de los menores, cifra que aumentó de manera considerable con respecto a 2021, cuando se registraron 668 casos.
Pese a que desde esta dependencia aseguran estar desarrollando una ruta de atención pública, se requiere un tratamiento focalizado, que conozca las realidades de quienes padecen alguna dificultad.
Ante este panorama, los padres, docentes o familiares cercanos son quienes deben estar atentos a señales como el aislamiento social, las dificultades académicas e incluso, el deterioro en la apariencia física.
Así como es importante que las instituciones educativas cuenten con profesionales expertos, que logren orientar a los adolescentes acompañando tempranamente estos padecimientos.
El llamado, ante este incremento del 273% en los casos de depresión en Cali, es a escuchar, prevenir y generar conciencia, para que no avancen y terminen en hechos irreparables.
La sociedad actual cada vez más requiere priorizar los problemas en la salud mental y es mediante asesorías profesionales, el acompañamiento y el diálogo que se puede lograr.