Desabrochado, intenso, terco, azaroso, acelerado y hasta imprudente. Ese es talante de Maurice Armitage, el hombre que gerenciará a Cali, a partir del 1 de enero, tras obtener 264.118 votos (escrutado el 99,95%).Más allá de las propuestas, del análisis político y de lo que se espera del Alcalde electo, quise rescatar frases que hablan de su personalidad, obtenidas en una entrevista que le hice en mayo de 2014, cuando aún no pasaba por su cabeza la idea de ser Alcalde, y una más que le hicimos con Diego Martínez en abril de 2015, cuando apenas marcaba el 2% en las encuestas: La distribución de la plata: “Uno no debe pagar lo que el mercado dice sino, lo que uno es capaz de pagar. Si en tu compañía te ganas $20.000 millones al año y tomas la decisión de repartir $2.000 millones entre tu gente, qué te cuesta decir ‘nos ganamos $18.000 millones’. ¿Qué le cuesta al señor Sarmiento decir que no se ganó $200.000 millones, sino $190.000 millones y repartir $10.000 entre su gente?”.Crítica a los empresarios: “Me acuerdo en la época en que jugaba golf en el Campestre y llegó un gringo y nos preguntó: ¿cuánto se usa darle al caddie? Páguele todo lo que pueda, le dije. Y otro señor le dijo ‘No le vaya a dar más de $15.000 porque nos lo daña’. Esa es la mentalidad. No distribuimos el ingreso, entonces se concentra la plata en los cinco que manejan las empresas y los demás que se jodan”.Su corriente política: “Soy fajardista furibundo. Yo no voté por Santos la primera vez, voté por Mockus. Y la segunda vez voté por Santos, por la paz, porque el presidente se la juega por la terminación del conflicto”.Dígalo como quiera: “Con ese apellido Armitage no es fácil que lo conozcan a uno y yo soy más caleño que cualquiera. Con este apellido y no sé hablar inglés. Para ser colombiano uno no tiene que ser ni Jaramillo, ni López”.Azaroso: “yo soy tan azaroso que cuando voy al baño no he terminado de orinar y ya estoy soltando la tasa”.Lo llorón: “Es que siento mucho las cosas, por eso lloro. Eso se lo heredé a mi papá, que me enseñó que uno tiene que querer el lugar donde uno nació”. ¿Viejo?: “Mis amigos me dicen ‘hasta cuándo vas a trabajar’ y les digo que no me quiero ir a Chipichape a sentarme a ver viejas, porque todos los amigos de uno que tienen más de 60 años, a las 10:00 de la mañana, ya están en Chipichape tomando tinto. Hay dos cosas a las que tengo pavor en la vida, a una escasez de mujeres y a una escasez de oficio. Mientras tenga ganas con las mujeres y tenga oficio ahí voy a estar mejor”.