Desde el vientre estamos programados con creencias que no siempre son verdaderas.
Por eso la mente está llena de mentiras que escuchamos y que aún repetimos. Ejemplos:
Ante algo malo: “Dios sabe cómo hace sus cosas”. Falso. Eso tiene causas humanas.
Ante una muerte o una fatalidad: “Te comprendo”. La verdad es que cuesta mucho sentir el dolor ajeno.
Es algo parecido a “sé fuerte”. No, Di mejor: “Date permiso para sentirte débil y mal”.
Esta es campeona: “El tiempo cura todo”. Falso. No solo no cura, sino que el mal puede crecer.
A alguien que sufre, dile que busque ayuda y que tenga aceptación, paciencia y confianza.
Algo más: “Las palabras se las lleva el viento”. Nunca. Dejan una huella positiva o negativa.