Las autoridades anuncian que citarán a declarar a funcionarios y miembros de juntas vinculados al descalabro de Reficar. Lo serio sería llamarlos a declarar en la Dian sobre los dineros que se metieron al bolsillo. Mientras, la radio, algunos de los que tenían la responsabilidad de evitar la evaporación de recursos públicos, les tiran los teléfonos a los periodistas o fungen (¿fingen?) de panelistas independientes.***El gobierno sabe que la guerra interna por el poder en la Policía animó a ciertos oficiales a redactar calumnias contra sus compañeros. En Palacio tienen el mapa completo de lo que pasa y de allí salieron como pepa de guama los responsables de parte de las tropelías. Pero al fumigar la plaga, hay efectos colaterales: a oficiales víctimas de sus turbios compañeros les exigen ahora pedir la baja, con amenaza de que perderán la visa a los Estados Unidos. Mientras, Claudia Morales, de La Luciérnaga, deja el país advertida por dos fuentes sobre la posibilidad de que alguien molesto con su trabajo periodístico sobre el maremágnum policial, ponga droga en su equipaje.***Enrique Santiago, ladino abogado de las Farc, se inscribe en la ‘socialización’ de los alcances de la justicia transicional. Ha sugerido que la guerrilla reconocerá crímenes obvios y aburridos para salir del paso. La cobija alcanzará para todos: como advierten ya desde el exterior, el proceso de paz garantizará impunidad general. Brotarán esas exenciones por las cornucopias del escudo, gracias a este gobierno donde la prosperidad se derrama como mermelada.***El Papa confirma que tiene intenciones de visitar Colombia si se firma la paz. La visita resultará útil para la campaña del Nobel, que, según Piedad Córdoba, deben recibir también los asesinos, secuestradores y reclutadores de niños que ejercen el narcotráfico sin narcotraficar (¡milagro!). Bajo la alfombra quedó la visita a Quibdó. Aunque sea argentino, da pena llevar al gran Pacho al lugar donde las Fiestas de San Pacho son lo único que funciona bien.***Meses antes de que la Procuraduría ‘atendiera’ a Gustavo Petro por su malogrado esquema de basuras, el hoy exalcalde estaba enterado de lo que se le venía encima. Le alegró la noticia. Sabía que Ordóñez, con la cacería, ayudaba al lanzamiento de su campaña presidencial. Ahora, después de años de criticar a Uribe, Petro lo imita. “Uribe es la suegra de Santos”, dijo el genial Camilo Durán Casas. Petro es hoy la suegra de Peñalosa y, a costillas de los problemas de la capital, amamantará a la Colombia Humana.***Un oscuro periodista, temeroso de quedar en evidencia, le comenta a uno de sus muy “pesados” amigos que otro colega está haciendo declaraciones sobre él en Fiscalía. El colega víctima del infundio, expuesto a la ira del delincuente que se cree delatado, es uno de los que precisamente adelanta investigaciones sobre periodistas corruptos. Ahora que están tan de moda las citas bíblicas en cuentas de Twitter, cuadran bien con esta bufonada mortal los bellos versículos del salmo 35, la oración de un justo perseguido: “Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; sean puestos en fuga y humillados los que traman el mal contra mí”.***Ultimátum: Hugo Ospina pasó de desconocido vocero de una minoría de taxistas a célebre instigador de acciones violentas contra usuarios de Uber. Causará una tragedia muy pronto este nocivo personaje inflado por los medios.