Según las estadísticas, tres cuartas partes de los vendedores de seguros abandonan este oficio en los primeros tres años.

Sin embargo, mejoran cuando reciben un entrenamiento para ser optimistas y emocionalmente elásticos.

En EE.UU. se hizo una prueba con un grupo y los que participaron y aplicaron lo aprendido vendían 37 % más que los demás.

La elasticidad es un fruto de la humildad y la inteligencia. Es un valor emocional que algunos llaman adaptabilidad creativa.

Caracteriza a los seres tolerantes, pacientes y comprensivos y se refleja en aquellos que tienen buenas dosis de humorismo.

El sicólogo Martín Seligman, un experto en la conducta humana, dice que la persona elástica es un “optimista flexible”:

Alguien que aprende de los errores, acepta a los demás en su diferencia, maneja la adversidad sin decepcionarse y tolera procesos.

Sé así: sereno, en paz contigo mismo, rico en elasticidad y pobre en intolerancia, abierto al diálogo y cerrado a la intransigencia.