“El deporte tiene poder para cambiar al mundo, para inspirar, para unir a la gente de un modo que pocas cosas lo hacen. El deporte puede crear esperanza donde sólo había desesperación; es más poderoso que el gobierno para romper barreras”. Estas palabras no son de un hincha afiebrado o de un periodista deportivo, son del gran líder sudafricano Nelson Mandela. Sí, el deporte es como un arma de doble filo, tiene poder para unir o enfrentar, animar o desmotivar. Tú eliges si tomas lo mejor de él y aprendes que también la vida es un juego que depende de la actitud. Lo que Pekerman nos ha dado es confianza, identidad, y valores claves como disciplina y trabajo asociado. Nuestros gobernantes deben invertir mucho más en el deporte, conscientes de lo que dice Mandela. El fútbol, el ciclismo, el patinaje y otros deportes son un regalo y un paliativo para esta patria fraccionada y violentada.