Buen número de maestros espirituales y de sabios han identificado la felicidad con un tesoro llamado paz interior.

¿Cómo conseguirla? Haciendo todo con amor auténtico y actuando con honestidad o transparencia.

También con el arte de la aceptación que te impide sufrir, ya que no haces resistencia, y asumes todo con amor y en calma.

Cuando eres espiritual y vives en comunión amorosa con Dios, fluyes sereno y sin batallas internas.

Amor, consciencia y coherencia son tres valores que te conducen por el buen sendero y te regalan paz en el alma.

Del mismo modo, hay experiencias como la compasión y la tolerancia que te convierten en un ser pacífico.

Una ayuda poderosa es la meditación, si creas el hábito de practicarla de modo recurrente y no solo a veces.

Ama en el ahora, sé intachable, vive unido a Dios, y la felicidad y la paz interior no te serán esquivas.