Dile a quien amas: mi cielo, lo que algunos llaman amor, pero que es solo deseo o emoción pasajeros, no es lo que tú yo queremos afianzar.

Nuestro reto es cuidar el amor con el mismo cariño con el que un buen jardinero riega, abona, poda y mima las plantas.

Entonces siempre hay flores en nuestro jardín y superamos las sequías y los tiempos difíciles.

Nuestro amor es canto y poesía, es esperanza y alegría. Es una unión de almas afines, de corazones que se buscaban.

Creamos una relación de sueños que se comparten, almas que se unen y metas que se disfrutan.

Nuestro amor lo ponemos hoy y siempre en las manos de Dios que es el amor puro e incondicional.

Nos amamos en primavera y también en invierno, en la dicha y en el infortunio porque tú y yo somos amor.

Vamos a renovar nuestro amor en cada alborada y a dar lo máximo para lograr nuestra mejor versión. Eres mi arco iris.