El famoso psicólogo Carl Gustav Jung, 2785-1961, era un enamorado de la mitología y conocía su hechizo, su poder, su influjo.
Sabía que los mitos tocan lo más recóndito del alma y conectan con el inconsciente colectivo que a todos no moldea.
Por eso no es raro que una persona sin estudios hable de Edipo y Prometeo o de Ulises y las sirenas.
Los mitos perduran y es bueno volver a ellos, profundizarlos y aprovechar su vasta sabiduría.
Si tú lo haces, descubres cuál es tu talón de Aquiles, si eres un Narciso o si te pareces a Pigmalión.
Piensa bien en los puntos ciegos que te amenazan si abusas del poder y sufres con los delirios del ego orgulloso.
Ojo, si te crees inmune, maltratas, eres hostil, un día caes como Aquiles porque descuidas tus puntos vulnerables.
Mejor no oigas cantos de sirena de los aduladores, sé humilde, está alerta y da lo mejor. Gánale a Hércules con sus doce proezas.
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