Cambiar creencias es maravilloso, pero para hacerlo necesitas ser un librepensador y tener atrevimiento u osadía.
Esa que se destacó en seres tan brillantes y sabios como Baruch Spinoza, 1632-1677, y Erasmo de Rotterdam, 1466-1536.
Este último en su famoso libro Elogio de la locura fue capaz de criticar tantas “falsas verdades” de la sociedad y las religiones.
Spinoza por su parte fue un pensador y crítico humanista que es considerado como una de las mentes más brillantes de su generación.
La lista de falsas creencias es interminable y lo grave es que las religiosas son humanas, pero se atribuyen a Dios.
Una entre miles de creencias sin sentido se dice en los duelos o ante las penas de amor: “Tranquilo que el tiempo cura todo”
La verdad es que el tiempo no solo no cura nada, sino que tiende a aumentar los males si no haces nada por mejorar.
¿Te atreves a cuestionar lo que te han enseñado? ¿Te asusta ser un librepensador? Sé tú mismo y escucha tu corazón.
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