Hace poco la Ministra de Cultura llamó la atención sobre la importancia que tiene para el país la infraestructura cultural.De hecho, en declaraciones a El País, enfatizó al afirmar que, en lo que respecta a Cali y al Valle, “estos son los proyectos de infraestructura más importantes que se puedan hacer”, con lo que planteó el tema en términos un tanto radicales, que me llevaron a la duda y a la reflexión. ¿Más importante habilitar una biblioteca que reparar una carretera? Bien pensado sí, pero requiere de explicación.Todo depende del objetivo que se busque y de la perspectiva con la que se mire. La educación, por ejemplo, forma parte de la cultura, y me parece que es más importante una profunda transformación educativa como eje del desarrollo económico y social, que una inversión multimillonaria en la modernización vial. Países como Finlandia, Hungría y China así lo han demostrado. En realidad la modernización vial fue consecuencia de la transformación educativa, en especial en Finlandia y China.Para usar el tono radical de la Ministra, lo cierto es que toda gran transformación en la sociedad y en la economía está precedida de una transformación relevante en la cultura. Este principio es identificable a lo largo de la historia cuando se examinan las más notables revoluciones políticas de la humanidad. Sin desarrollo cultural no hay desarrollo social.Pero este es un tema en el que necesitamos más reflexión y, por supuesto, mayor comprensión. Viene a mi mente una reunión con un acucioso director de la Cámara de Comercio de Cali que invitó a los secretarios de Cultura de Cali y el Valle, para explicarnos cómo era de importante la cultura en las actividades comerciales y empresariales. El buen señor nos hablo de “cultura organizacional”, “cultura empresarial”, “cultura laboral”, “cultura del emprendimiento” y otras lindezas por el estilo, con lo que demostraba que no tenía ni idea de lo que la cultura significa y menos para qué sirve.Se sorprendió cuando le hablamos del turismo cultural y le demostramos, cifras de la Unesco en la mano, que países como Francia, Egipto, Polonia, México y otros gigantes del turismo mundial atraían decenas de millones de visitantes, año tras año, encandilados por la oferta cultural de aquellas naciones. Creo que comenzó a entender por qué en determinadas circunstancias es más importante construir un museo que una autopista. Y cómo el museo dará origen a la autopista y no al revés.Así las cosas, me adhiero a la idea de la ministra Garcés y aplaudo el énfasis de su Ministerio en las obras de infraestructura cultural, sobre todo si se refieren a la lectura y a la música (dicho sea de paso, la transformación educativa de Hungría se basó en la enseñanza del lenguaje musical desde los primeros años de escolaridad, colocándola a la par de los lenguajes alfabético y matemático).Ahora, la Ministra y el Presidente entregarán la construcción del Centro Cultural Comuna 21, la segunda y tercera etapa del Tecnocentro Cultural Somos Pacífico, la rehabilitación de la Biblioteca Centenario y la construcción de la terraza de lectura de la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.Estas obras se suman a la organización y dotación de la Escuela Taller en Buenaventura, una de las más bellas obras de infraestructura cultural que se han hecho en Colombia.