Como todo colombiano, sigo creyendo que la mayoría de las noticias que nos dan los periódicos y los noticieros son malas: inundaciones (que es un castigo que nos inflige una naturaleza maltratada); narcos y más narcos y vagabunderías de jueces o fiscales que los ponen en libertad o del Estado, algunos de cuyos funcionarios se enriquecen con los bienes incautados a tales apaches; jugosas pensiones de jubilación en un país que no aguanta el peso de las normales; una supuesta ‘Ley Lleras’ cuya denominación molesta a la familia; Obama-Uribe y Santos, Venezuela-Ecuador y Pakistán y persecución del terrorismo; chuzadas a la Rama Judicial vs. inteligencia antiterrorista; nuevas y viejas corporaciones regionales; perseguir y capturar, o matar; contratistas corruptos y alcaldes y ediles cómplices.Ese apretado resumen merece breves comentarios para cada título.Si yo no fuera agnóstico diría, respecto de los cambios climáticos y las terribles inundaciones sin antecedentes en Colombia, “Castigo de Dios”. En efecto, yo orgullosamente me califico de ambientalista precoz; desde 1962 trabajé en la protección de los recursos naturales renovables y he seguido con horror el mal camino que ha seguido el país y que ahora estamos pagando caro. La creación de las Corporaciones Regionales (CVC, CAR y CVM) la transformación de la CVM en el Inderena en el gobierno de Lleras Restrepo, lo mismo que la creación del Ministerio del Ambiente y la expedición del Código de Recursos Naturales son acciones del Estado que nos permitieron por un tiempo mirar el futuro con optimismo.Pero la alegría duró poco: los grandes ecologistas como Julio Carrizosa Umaña, Manuel Rodríguez, Juan Mayr, Carlos Hildebrando Fonseca y otros profesionales de igual calidad, han sido ‘aplanchados’ por creaciones torpes a cual más: la multiplicación de las llamadas CAR fue una gran estupidez o bien le quedó grande al país el proyecto que ha sido mal desarrollado por funcionarios incapaces o corruptos y despilfarradores. En ese grupo debe inscribirse la Corporación del río Magdalena, otro fracaso de la Constitución y sumar a todo ello la torpeza de haber unificado el medio ambiente y la vivienda, incompatibles materias para un solo ministerio.Pasemos al tema de los narcos que no nos deja ni nos dejará descansar nunca, sólo para mencionar que mucho me agrada la nueva posición del expresidente Gaviria pues lo que él está diciendo fue lo que yo defendí en Washington en la Embajada cuya gestión fue injusta y bellacamente atacada por periodistas que nunca me llamaron y por tanto resentido que por ahí anda.El hecho cierto es que centralizar la lucha en Colombia con teorías idiotas como la de que la oferta genera la demanda (Gelbard, subsecretario de Estado para Narcóticos) o de que es más fácil matar las avispas en el nido que cuando salen volando en direcciones varias (Departamento de Estado) o que la fumigación aérea es la salvación, han perdido todo valor, si es que alguna vez lo tuvieron, pero nadie se atreve a proponer nada diferente mientras que en los países ricos se consumen cada vez más narcóticos y hay una soterrada legalización del consumo.Por otra parte, la manía de múltiples jueces y fiscales de dejar precluir los procesos contra los narcos y sus ayudantes, los pedófilos, guerrilleros y otros delincuentes me ofende personalmente y, por ello, creo que en ocasiones es mejor narco o guerrillero piadosamente eliminado que tanto bandido suelto (ver Obama vs Bin Laden).Para dar por terminada esta primera etapa de mis preocupaciones, ¿de dónde sacaron que hay un proyecto de ‘Ley Lleras’ sobre derechos de autor y propiedad intelectual si los Lleras estamos en receso? Persona distinta es Vargas Lleras quién no debe dejar que recaigan las críticas sobre la familia de su mamá.