Ya no se acabó el mundo. No hubo racha de suicidios y aunque algunos se abrazaron de los árboles para sucumbir junto con ellos a las entrañas de la Pasha Mama y así terminar nuevamente en el vientre materno, donde nos refugiamos para volver a nacer en un mundo más justo, más limpio, más próspero, esto nunca sucedió. Ahora vamos hacia un fin de año feliz. Así se lo deseo a mis lectores, que me han acompañado con sus comentarios constructivos y me ayudan a mejorar.El 2012 fue un año interesante para Colombia con varias medallas en los Olímpicos. Una delegación de lujo que no fue a Londres sólo a turistear sino a competir con tesón y a ganar. La medalla de oro de Mariana Pajón nos llenó de orgullo, y la promoción de Colombia en el centro de Londres acompañada de los afiches en el metro nos hicieron sentir a los que tuvimos la suerte de asistir, que estamos orgullosos de ser colombianos. Ya quedaron atrás las críticas sarcásticas sobre el país de la coca, México gracias a Dios nos usurpó ese título.Hay que abonarle al presidente Santos que el codearse con el jet set político nos ha servido para que nos respeten y sobresalgamos en un continente donde Colombia tiene la envidiable posición de amistad con los dos grupos, el de Chávez y el del presidente Obama. No nos fue bien con el fallo de la Haya y la popularidad del Presidente sufrió un inmerecido revés, así como la del expresidente Uribe, más culpable que el mandatario presente, tal vez por la falta de cabildeo en el momento oportuno.Se firmó el tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y económicamente nos debe ir bien, no sólo por las cifras de crecimiento de la economía sino por lo que se ve en las calles. Los visitantes y sobre todo aquellos caleños que regresan a celebrar la Navidad se quedan asombrados de la cantidad de Centros Comerciales y boutiques y el resultado de algunas megaobras que le dan a Cali ese aire de Metrópolis, por eso al exalcalde Jorge Iván Ospina no lo abuchearon en la cabalgata, su primera aparición en público un año después de terminar su mandato recibió lo que el soñaba “allí va el Alcalde que le cambió la cara a Cali”.Un desacierto lleno de buenas intenciones, ojala no de populismo, las 100.000 viviendas gratis, que si no hay planes de monitoreo y de crear comunidad antes de abrir la piñata de las casas va a terminar en una serie de Potrerograndes, llenos de pandillas y donde la calidad de vida es lamentable.Para el 2013 tenemos el reto de la paz. El Presidente con moderado optimismo y las Farc nadie sabe en que andan.Feliz año 2013.