En el siglo pasado cuando Mauricio Guzmán fue alcalde de Cali, se inició el proyecto de convertir el Cerro de la Bandera en un gran ecoparque.
Vino René Haller, científico suizo que había recuperado las tierras afectadas para la producción de cemento y las había convertido en un fantástico espacio verde y sostenible. No se dio en ese momento y, 20 años después y una pandemia, han hecho el milagro, el Dagma, la CVC y la Umata han logrado la reforestación paulatina.
Hay avistamiento de aves y hasta de guatines, que ya se han convertido en compañeros permanentes de muchos vecindarios han empezado a rondar el cerro. Por eso la propuesta de cuatro parques ecológicos del alcalde Jorge Iván Ospina en su recta final no debe ser sujeta a las veleidades de los odios y la desconfianza por los motivos del alcalde que arengan sus opositores, pues es algo que Cali necesita.
Londres es una ciudad para ser caminada con jardines lagos y zonas recreativas. Recorrer a Londres desde el palacio de Kensington, donde vive el Príncipe William, hoy Príncipe de Gales, y la Duquesa de Cambridge, hasta las orillas del río Támesis es una experiencia enriquecedora para el alma y el espíritu, por eso la idea de parques caminables en la ciudad de Cali me enamora.
Dice el alcalde que “una de las tareas principales que tenemos en inicios del Siglo XXI es proveer espacios a futuras generaciones para la biodiversidad, el ambiente, la recreación, el deporte y la contemplación”.
El primero es el gran Ecoparque Corazón de Pance, una continuación del parque de la Salud y con un área de 90 hectáreas para que sea el parque urbano más grande de Colombia. A semejanza del Bulevar del Río que construyó Jorge Iván en su primera administración se hará el Bulevar del Oriente, un parque longitudinal entre los barrios Alfonso Bonilla Aragón y Marroquín, en el Distrito de Aguablanca para el disfrute de los habitantes del Oriente de Cali.
El Parque Pacífico, ubicado en la ribera del río Cali, a la altura de la terminal de transportes, entre las calles 26 y 34 parecido al paseo del río en San Antonio Texas, con restaurantes de comida tradicional le dará un vuelco total a esa zona, no solo para el disfrute de los turistas, sino como un centro de recreación para la población local.
El cuarto parque y quizá el más controversial es el corredor turístico a Cristo Rey. Es un sendero paisajístico y ambiental donde habrá avistamiento de aves y disfrute de áreas verdes para meditar. No una invitación a los vándalos ni a los ladrones, como han catalogado los habitantes más conservadores de San Fernando. Naturalmente le corresponderá al próximo alcalde asegurarse que haya paz y vigilancia. Y en su terquedad el alcalde finalmente pudo adquirir de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) el antiguo Club San Fernando, para construir el Parque de Ciencia y Tecnología Club San Fernando. ¡Ya es hora que dejemos al alcalde en paz!