El caso de Elías Rodríguez, señalado por las autoridades como el autor del asesinato de dos diplomáticos israelíes en Washington D. C., ha desatado una tormenta política y judicial en Estados Unidos. Rodríguez, nacido en Chicago e hijo de un veterano de guerra, ha sido acusado de múltiples cargos, entre ellos asesinato en primer grado y asesinato de funcionarios extranjeros. Las autoridades investigan el hecho como un posible acto de terrorismo y crimen de odio.
Según declaraciones ofrecidas por la fiscal federal interina Jeanine Pirro, durante una rueda de prensa, el sospechoso también enfrenta cargos por uso de arma de fuego en un delito violento, y el caso podría escalar a una solicitud de pena de muerte. “No toleraremos el antisemitismo, especialmente en la capital del país”, afirmó la funcionaria, mientras recalcaba que se esperan más cargos conforme avance la investigación.
Rodríguez, quien según fuentes del New York Post no tenía antecedentes penales, llevaba años involucrado en protestas sociales y movimientos de izquierda. Su historial incluye participación en manifestaciones de Black Lives Matter, protestas contra la violencia policial y más recientemente, movilizaciones en rechazo a la ofensiva israelí en Gaza. Sin embargo, fiscales federales han aclarado que sus motivaciones no se derivan de una conexión con causas palestinas, sino de una radicalización dentro del activismo de izquierda.
El acusado fue vinculado con el Partido para el Socialismo y la Liberación (PSL), un grupo radical que ha liderado varias marchas con mensajes contra Israel. Sin embargo, la organización negó públicamente cualquier relación con Rodríguez, quien presuntamente actuó por cuenta propia. Un mensaje publicado por el PSL horas antes del atentado, donde se leía “¡Israel fuera de Gaza ahora!”, ha generado controversia, aunque no existe prueba directa de coordinación.
Las pruebas reunidas por las autoridades incluyen una pistola de nueve milímetros registrada a nombre del sospechoso y utilizada durante el ataque, así como 21 casquillos de bala recuperados en la escena. Documentos judiciales indican que Rodríguez viajó desde Chicago a Washington un día antes del tiroteo y había declarado el arma en su equipaje facturado al abordar el vuelo.
Además, se ha revelado que el acusado trabajaba como redactor de contenido para una organización médica y era graduado en inglés por la Universidad de Illinois. Una página de GoFundMe de 2017 apunta que su radicalización fue progresiva y ligada a su entorno político. Las autoridades continúan recolectando evidencia mientras aumentan las tensiones diplomáticas por el incidente.
El caso ha generado repercusiones internacionales, y tanto organizaciones judías como voceros del gobierno israelí han exigido justicia y mayor protección para sus representantes diplomáticos. Entretanto, en EE. UU., se intensifican los llamados para revisar el discurso político en torno a Medio Oriente y su impacto en la seguridad nacional.