El domingo pasado, la joven identificada como Viviana Villalba, nacida en Tartagal, provincia de Salta (Argentina), murió en un violento siniestro vial ocurrido entre las ciudades de Giruá y Santo Ângelo, en Brasil.
La joven argentina, que estaba cumpliendo 22 años el 8 de junio, fue atropellada por un Volkswagen Fox a las 3:48 a. m., según quedó registrado en cámaras de seguridad, donde se puede observar que el vehículo no se detiene, sino que continúa su marcha con el cuerpo de la mujer incrustado en la parte trasera del techo.
El brutal accidente que quedó en video ha generado consternación en Brasil y Argentina, este último país de donde era oriunda la mujer, y estaba radicada en la población de Misiones, que limita con las fronteras de Brasil y Paraguay.
Pero, el detalle más escabroso de esta tragedia, es que el conductor del vehículo, quien al parecer iba con una mujer y no se ha determinado si estaba alcoholizado, siguió conduciendo por casi tres kilómetros, sin percatarse de que llevaba el cuerpo de la mujer en el techo de su carro.
Según informó el medio La Voz de Argentina, fue la mujer que iba como pasajera quien descubrió el cuerpo colgando en la ventanilla trasera del vehículo. Por su parte, el conductor mencionó que sí había sentido un golpe en el automóvil, pero “pensé que había sido un perro”, por lo que en ningún momento detuvo la marcha.
Cuando llegó a su residencia y vio el cuerpo de la mujer encima del vehículo, el hombre decidió acudir a la Policía y entregarse. La Policía de Giruá ha iniciado una investigación por homocidio culposo, entre tanto, el cuerpo de la mujer atropellada está en medicina legal donde determinarán las lesiones que sufrió y la causa de su muerte.
Los peritos que están investigando el accidente han encontrado huellas de maniobras peligrosas realizadas por el vehículo, como frenadas en seco en la carretera. Al respecto, la delegada encargada del caso, Elaine Maria da Silva, indicó que podrían deberse a “un intento del conductor para evitar el impacto con la víctima”.
Viviana Villalba vivía en la comunidad de Dos de Mayo, en la provincia de Misiones, y tenía una hija de 4 años, que queda al cuidado de sus familiares. Se encontraba en Brasil desde hace dos semanas, donde había empezado a trabajar en una discoteca. Desde su país de origen están realizando los trámites para repatriar su cuerpo.