Un poderoso terremoto de magnitud 6,9 sacudió el centro de Filipinas la noche del martes, dejando un saldo de más de 60 muertos, al menos 150 heridos y cuantiosos daños materiales en varias ciudades de la provincia de Cebú.
El epicentro se registró hacia las 10:00 p.m. hora local, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), a unos 19 kilómetros al noreste de la ciudad costera de Bogo, donde habitan cerca de 90.000 personas.
Equipos de rescate, integrados por militares, policías, voluntarios y perros rastreadores, trabajan contrarreloj para hallar sobrevivientes entre los escombros. El hospital de Bogo, cercano al epicentro, quedó desbordado por la cantidad de heridos, de acuerdo con el funcionario de Defensa Civil, Raffy Alejandro.
Las imágenes captadas este miércoles muestran calles cubiertas de escombros y viviendas destruidas, mientras los socorristas intentan remover materiales pesados con maquinaria que ha debido ser trasladada desde otros puntos de la isla.
Derrumbes y tragedias locales
En la ciudad de San Remigio, al menos 13 personas perdieron la vida, incluidos tres miembros de la Guardia Costera filipina y un bombero, cuando un complejo deportivo colapsó durante un partido de baloncesto, informó la Cruz Roja Filipina.
En Daanbantayan, justo al norte de Bogo, la fachada de la iglesia de Santa Rita se desplomó y el salón municipal resultó gravemente agrietado. Autoridades locales advierten sobre el severo impacto del sismo en las estructuras patrimoniales de la región, símbolo de la identidad cultural y religiosa de Cebú.
Otros municipios, como Medellín, Tubogón, Sogod y Tabuelan, también reportaron víctimas mortales, elevando la cifra total a más de 60 fallecidos, mientras continúan los reportes desde distintas comunidades.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs) registró más de 600 réplicas en las horas posteriores al terremoto, lo que obligó a miles de habitantes a dormir en las calles por temor a nuevos derrumbes.
Algunas grabaciones compartidas en redes sociales muestran el pánico de la población, concursantes de un certamen de belleza huyendo del escenario, un McDonald’s destruido y un incendio en un centro comercial en Cebú.
El fotógrafo Doods Demape, desde Medellín, relató que la electricidad y el suministro de agua se cortaron durante el temblor. “Nuestra casa parecía que bailaba. Nos entró el pánico y salimos inmediatamente”, dijo a la BBC.
Estado de calamidad y ayuda inmediata
La provincia de Cebú declaró el estado de calamidad, mientras el Gobierno nacional anunció el envío de ayuda. La gobernadora Pam Baricuatro instó a la calma y aseguró que alimentos, medicinas y personal de socorro ya se encuentran en camino hacia las zonas más afectadas.
La guardia costera filipina envió un barco con decenas de médicos y personal de salud hacia Bogo para reforzar la atención hospitalaria.
Filipinas se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona altamente sísmica que cada año registra terremotos y erupciones volcánicas. El sismo se produjo apenas una semana después de que dos tifones azotaran el país, dejando también víctimas mortales y serias afectaciones en infraestructura.