Las autoridades de Rusia han instado a Estados Unidos a “respetar la ley” a la hora de realizar actividades militares cerca de Venezuela, unas palabras con las que han hecho alusión a los recientes ataques perpetrados por las Fuerzas Militares estadounidenses contra embarcaciones en el mar Caribe.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha reivindicado durante una rueda de prensa la importancia de que las disputas “sean resueltas de acuerdo con el Derecho Internacional” y ha hecho hincapié en que Venezuela es “un país soberano”.

“Venezuela es un país soberano y, en cualquier caso, hay que proceder teniendo en cuenta esa premisa y el hecho de que todo lo que pasa a su alrededor debe cumplir el espíritu del Derecho Internacional y adherirse a la norma”, expresó Peskov, según lo informado por la agencia rusa de noticias TASS.

Una de las embarcaciones bombardeadas en el mar Caribe. | Foto: Captura de pantalla

Las palabras de Peskov, que se enmarcan en la política internacional del Kremlin, llegan después de que Venezuela haya denunciado un “nivel de amenaza sin precedentes” por parte de Estados Unidos debido a su despliegue militar en el Caribe.

Esta denuncia ha sido presentada incluso ante el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a quien Caracas ha solicitado pedir a Washington que ponga fin a estas acciones y respete su “integridad territorial e independencia”.

Nicolás Maduro, el líder del régimen venezolano, ha alertado de que el país hace frente a la amenaza más grave de “invasión” por parte de Estados Unidos en un siglo, mientras que Washington acusa a las autoridades venezolanas de tomar medidas “insuficientes” para hacer frente a los cárteles y al tráfico de drogas hacia el país norteamericano.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov (izquierda), fue quien hizo esta advertencia a Estados Unidos. | Foto: AFP

De esa manera, el Gobierno de Donald Trump defiende sus ataques escudándose en su política antidrogas y asegura que su objetivo son “narcolanchas” cargadas de estupefacientes que tratan de llegar a territorio estadounidense.

Hasta hoy, las tropas estadounidenses en aguas del Caribe han derribado alrededor de nueve embarcaciones, generando un total de seis personas muertas. Se han desplegado ocho buques, un submarino y unos 10.000 efectivos.

Varios sectores de la comunidad internacional han criticado fuertemente estos operativos porque argumentan que el Departamento de Defensa de Estados Unidos no ha mostrado suficientes pruebas que evidencien que los ocupantes de las lanchas estén realmente transportando droga.

Además, organizaciones como Human Rights Watch han alertado que los ataques se tratan de ejecuciones extrajudiciales porque “no existe un conflicto armado que autorice este uso de la fuerza. Estos hechos deben ser juzgados y sancionados“.

*Con información de Colprensa y redacción de El País