Este domingo fue uno de los días decisivos para el futuro de Bolivia, pues los candidatos a la presidencia de este país se enfrentaron a una jornada en la que se decidieron las principales opciones para liderar al país de más de 12 millones de personas.
Según ha informado el colegio electoral de Bolivia, con más del 90 % de las actas revisadas en conteo rápido, se han definido las dos propuestas que se medirán en pocos días en la contienda definitiva:
Por un lado, se ubicó Rodrigo Paz, quien ocupó el primer lugar con más del 31 % de los votos. Paz, senador centrista del Partido Demócrata Cristiano (PDC), lideró hasta hoy la carrera presidencial, confirmando los resultados de este domingo.
Su plan de gobierno, titulado Agenda 50/50, se ordena en tres ejes. El primero habla de una “asfixia” en la que el Estado concentra cerca del 85 % del presupuesto nacional, y pide un modelo que redistribuya los fondos en mitades, una para el nivel central y la otra para entidades territoriales y universidades públicas.
Por el otro lado, aparece Jorge “Tuto” Quiroga, expresidente conservador de la Alianza Libre, quien lo siguió de cerca, con el 27 %.
Entre sus propuestas está la de recuperar la economía de Bolivia mediante un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para restablecer las reservas de dólares, así como la reducción del número de ministerios, viceministerios, entidades descentralizadas y funcionarios del Estado, entre otras medidas, lo que hacen pensar en una apuesta parecida a la que está imponiendo en Argentina Javier Milei.
Debido a que ninguno de los candidatos logró obtener más del 40 % de los votos, las elecciones se definirán en una segunda vuelta.
Estos comicios cobran especial importancia en estos momentos, pues la economía de Bolivia pasa por su momento más frágil, lo que la ha convertido en la principal preocupación de los votantes en las jornadas previas a este domingo de urnas.
Comparado con otros países, el alza en los precios de vida de Bolivia en lo que va del año, sumado al del combustible, hacen de estas elecciones un punto de quiebre con la política que se había venido asentando en las últimas ocasiones.
Estos resultados marcan el fin de un era para Bolivia con el Movimiento al Socialismo como la principal fuerza política activa, sobre todo porque no fueron pocas las ocasiones en las que líderes de la izquierda como Luiz Inácio Lula da Silva o Cristina Fernández de Kirchner mostraron su cercanía con el proyecto político de Evo Morales.