La misión electoral de la OEA en Honduras constató “falta de pericia” y “atrasos” pero descartó “indicios que hagan dudar de los resultados” de los comicios del 30 de noviembre, según el informe presentado al Consejo Permanente de la organización.
La dilación de las autoridades electorales para entregar los resultados definitivos “no es justificable”, declaró el ex canciller paraguayo Eladio Loizaga al leer el informe.
Honduras cumple este lunes, 15 de diciembre, dos semanas sin saber quién será su próximo presidente, tras unos comicios en los que el candidato conservador Nasry Asfura, apoyado por el mandatario estadounidense Donald Trump, logra menos de dos puntos porcentuales de ventaja sobre el también derechista Salvador Nasralla.
Las acusaciones de fraude cruzan el ambiente político hondureño desde el cierre de las urnas el último domingo de noviembre.
Además de las críticas de Nasralla, el propio gobierno actual, presidido por la izquierdista Xiomara Castro, considera que el apoyo de Trump a Asfura fue un “golpe electoral”.
El inquilino de la Casa Blanca ha amenazado con “consecuencias graves” si los resultados actuales cambian de rumbo y le quitan el liderazgo a Asfura, un empresario de 67 años.
Más del 99% de los votos han sido contabilizados, pero hay casi 2.800 actas con “inconsistencias” que deberán ser reexaminadas mediante un escrutinio especial, informó el Consejo Nacional Electoral (CNE).
“La Misión hace un llamado urgente a las autoridades electorales para que se dé inicio de inmediato al escrutinio especial y se busquen todas las vías posibles para obtener los resultados oficiales en el menor tiempo posible. La dilación actual en el procesamiento y publicación de resultados no es justificable”, criticó el jefe de la misión electoral ante los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La misión desplegó 101 observadores de 19 nacionalidades en el día de la elección, y monitoreó luego el recuento en el Centro Logístico Electoral, “en la bodega tecnológica y en otros espacios donde se están llevando a cabo las actividades del escrutinio”, aseguró el informe.
“Los gringos son los que mandan” -
Honduras, un país de 11 millones de habitantes golpeado por la violencia y la pobreza, espera una decisión para la cual el CNE tiene plazo hasta el 30 de diciembre.
Algunos hondureños, como Sergio Canales, creen que la suerte ya está echada.
“Desde que Trump dijo que iba con Asfura, ya se sabía que iba a ganar. Los gringos son los que mandan”, dijo Canales, taxista de 53 años, a la AFP en Tegucigalpa.
“Ojalá al menos detengan el crimen, sobre todo la extorsión”, añadió Canales en referencia a uno de los delitos que más azota a los hondureños y detrás del cual están las violentas pandillas.
Trump, empeñado en consolidar un bloque de derechas en Latinoamérica, ha advertido de “consecuencias graves” para Honduras si cambian los resultados que favorecen a Asfura.
La intervención de Trump en las elecciones también incluyó el indulto al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, del mismo partido que Asfura. El exmandatario purgaba 45 años de cárcel en Estados Unidos por narcotráfico.
Aunque Trump asegura que Hernández fue víctima de una injusticia, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, insiste en que el exgobernante es culpable.
Para Castro, la “injerencia” de Trump e irregularidades como la coacción que supuestamente ejercieron pandilleros para votar configuran un “golpe electoral”.
“Con tal no se quede (el partido izquierdista) Libre y la doña (Xiomara Castro) no siga, no importa cuándo digan quién ganó, ya todos saben que es Papi (apodo de Asfura) el presidente”, declaró a la AFP Ana María Sánchez, de 49 años, en su puesto de comida callejera de la capital.