El Cinturón de Fuego del Pacífico sacudió nuevamente la tierra. Todo se dio tras el terremoto de magnitud 8,8 que se produjo el miércoles a unos 130 kilómetros de la costa este de la península rusa de Kamchatka.
De inmediato se desataron las alertas de tsunami en la región y las órdenes de evacuación no se hicieron esperar. Iban dirigidas a Rusia, Japón, EE. UU., Ecuador, Perú, Colombia y Chile.
Kamchatka es parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, conocido también como Anillo de Fuego.
Según el presidente ejecutivo del Instituto Geofísico de Perú (IGP), Hernando Taveras, en el Cinturón de Fuego se produce el 90 % de los sismos del mundo y el 80% de los terremotos más grandes, datos que son confirmados por el Servicio Geológico de Estados Unidos (Usgs).
El arco tectónico cuenta con más de 40.000 kilómetros de longitud, rodea el océano Pacífico y atraviesa países de América, Asia y Oceanía.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres de México (Cenapred) señala que allí convergen placas como la del Pacífico, la Norteamericana y la de Nazca, lo que genera una fricción que se traduce en terremotos y erupciones.
Precisamente, el terremoto de Kamchatka generó un tsunami que afectó las zonas costeras de Rusia, Japón y parte de la costa oeste estadounidense, según lo dio a conocer la Agencia Meteorológica de Japón.
Fallas geológicas
La falla geológica es una fractura que se produce en la corteza terrestre, en donde hay además desplazamientos de bloques de roca.
Se originan cuando la compresión, tensión y cizallamiento del planeta superan la resistencia de las rocas y desencadenan rupturas en la superficie.
Las fallas se clasifican en: normales, que es cuando el bloque superior desciende respecto al inferior, y está asociado a zonas de tensión.
También están las fallas inversas o de empuje, que es cuando el bloque superior se eleva debido a la compresión.
Y le siguen las fallas de deslizamiento, que es cuando los bloques se mueven lateralmente, como en el caso de la falla de San Andrés.
En el planeta hay cinco fallas activas
- Falla de San Andrés
Es la más estudiada a nivel mundial y también una de las más temidas. Tiene una extensión de 1300 kilómetros, sirviendo como frontera entre la placa del Pacífico y la placa Norteamericana.
Ambas placas se mueven una junto a la otra, en sentidos opuestos. Es también la causante de algunos de los terremotos en Estados Unidos, como el de San Francisco en 1906 y el de Loma Prieta en 1989.
Según los científicos, el extremo sur de la falla podría estar acumulando suficiente tensión como para provocar un evento sísmico de gran magnitud en las siguientes décadas.
- Cinturón de Fuego del Pacífico
Este es un conjunto de sistemas de fallas interconectadas que bordean todo el océano Pacífico, desde América del Sur (Chile, Perú), pasando por América del Norte (México, California, Alaska), hasta Asia (Japón, Filipinas, Indonesia) y Oceanía (Nueva Zelanda).
En esta región ocurren la mayoría de los terremotos del planeta, alberga más de 450 volcanes activos y posee las fosas oceánicas más profundas.
- Lago Kivu
Ubicado en la frontera entre Ruanda y la República Democrática del Congo. En sus profundidades almacena enormes cantidades de dióxido de carbono y metano disueltos. De presentarse un sismo o deslizamiento, se podrían liberar estos gases hacia la atmósfera, lo que provocaría la asfixia de millones de personas que viven cerca al lago.
- Zona del Rift de Baikal
Se encuentra en Rusia y es de las áreas con mayor actividad geológica de Eurasia. La región es epicentro de terremotos de moderada a alta magnitud.
- Falla de Suswa
Se localiza en el Gran Valle del Rift, en Kenia. Allí la corteza terrestre se está separando por vastas fisuras, formando nuevas depresiones.
Los sismos en la falla de Suswa normalmente están acompañados de erupciones volcánicas o surgimientos de grietas en la superficie.