Una tragedia inesperada conmociona a Grecia y al círculo cultural de Londres. Marissa Laimou, heredera de una de las familias navieras más influyentes del país helénico, falleció a los 28 años, luego de sufrir complicaciones derivadas de la picadura de un insecto.
El caso ha generado indignación debido a que, pese a presentar síntomas graves, la joven fue enviada de regreso a su casa en dos ocasiones tras recibir atención médica.
De acuerdo con medios locales, los problemas de salud comenzaron tres días antes de su muerte, cuando un médico acudió a su domicilio y le recetó paracetamol.
Sin mostrar mejoría, Laimou consultó a su oncólogo en un hospital londinense, ya que recientemente había sido diagnosticada con cáncer de mama. Días después, tras empeorar, fue trasladada en ambulancia a un segundo centro médico, donde enfermeros determinaron que no requería hospitalización.
Un médico concluyó que los síntomas correspondían a una reacción a la picadura de un insecto, le recetó antibióticos y la envió nuevamente a casa. Al día siguiente fue encontrada sin vida en su apartamento de Londres por su ama de llaves, según informó el Daily Mail.
La madre de la joven, Bessy Laimou, aseguró que la causa de muerte fue un shock tóxico provocado por la picadura, aunque aún no se ha identificado con certeza al insecto responsable. “Mi hija sobrevivió al cáncer y murió a causa de un insecto”, expresó con indignación, al tiempo que cuestionó las decisiones médicas adoptadas en los dos hospitales que la atendieron.
Hasta el momento, la autopsia no ha sido realizada, lo que retrasa la confirmación oficial de las circunstancias del deceso. Sin embargo, trascendió que uno de los hospitales reconoció errores en el procedimiento y abrió una investigación interna para esclarecer lo ocurrido.
Más allá de su herencia empresarial, Marissa Laimou había desarrollado una prometedora carrera artística en Londres. Hace pocas semanas presentó una puesta en escena de “Romeo y Julieta” y trabajaba en un nuevo proyecto teatral.
Sus allegados la describieron como una persona talentosa, discreta y comprometida con el arte, cuya inesperada partida deja un vacío tanto en su familia como en el ámbito cultural que la rodeaba.
El caso ha generado debate en Reino Unido y Grecia sobre la atención médica recibida y la necesidad de esclarecer por qué no se detectó a tiempo la gravedad de una reacción que terminó con la vida de una joven que había logrado vencer el cáncer.