La guerra verbal entre rusos y occidentales está en su punto más álgido. Ante las eventuales sanciones que EE.UU. y la UE piensan imponer a Rusia, el Nobel de Paz Mijaíl Gorbachov no descarta la posibilidad de que estalle una guerra.

El último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, acusó este jueves a Washington de arrastrar a Rusia a una nueva guerra fría que podría degenerar en un conflicto armado, ante una eventual ampliación de las sanciones de la UE contra Moscú por su papel en la crisis ucraniana. La guerra verbal entre rusos y occidentales está en su punto más álgido y cada día aporta un nuevo lote de acusaciones y recriminaciones entre las partes. Esta escalada verbal y las sanciones que Washington aplica contra Moscú, han hecho reaccionar al último dirigente soviético para acusar a Estados Unidos de conducir al mundo a la guerra. "Sólo se oye hablar de sanciones de Estados Unidos y de la Unión Europea contra Rusia. ¿Han perdido la cabeza?", se preguntó Gorbachov, citado por la agencia Interfax. Estados Unidos "nos conduce a una nueva guerra fría, intentando abiertamente aplicar su genial idea de querer triunfar siempre", criticó el antiguo dirigente, de 83 años."¿A dónde nos va a llevar todo esto? La guerra fría ya está declarada. ¿Y ahora? No puedo afirmar con seguridad que la guerra fría no vaya a conducir a una guerra de verdad", dijo Gorbachov. Las declaraciones del premio Nobel de la paz coinciden con una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la UE en Bruselas. La Unión Europea estudia la adopción de nuevas nuevas sanciones contra Rusia, para lo cual se necesita el consenso de todos los países, pero el nuevo gobierno de Grecia y Chipre tomaron distancias. La UE se orienta a ampliar la lista negra de personas sancionadas por su participación en el conflicto, pero no agravaría las sanciones económicas, indicaron fuentes diplomáticas. Por su parte, en conversación telefónica con el presidente ucraniano Petro Poroshenko, el vicepresidente estadounidense Joe Biden afirmó que Rusia pagará un precio cada vez mayor por su injerencia en Ucrania. Ucranianos y occidentales acusan a Rusia de ayudar militarmente a los separatistas prorrusos y de haber desplegado tropas regulares en el este de Ucrania. Rusia, cuyas relaciones con Occidente están en el peor momento desde el fin de la Unión Soviética, niega cualquier participación directa en el conflicto ucraniano, que en nueves meses causó la muerte de más de 5.000 personas. Los occidentales endurecieron el tono contra Moscú desde que recrudeció la violencia, particularmente después del bombardeo de la ciudad de Mariupol, donde murieron 31 civiles. En el terreno, prosiguen los bombardeos y enfrentamientos, que en las últimas 24 horas han causado la muerte de once personas, cinco militares ucranianos y seis civiles, según un recuento de la AFP "Hemos perdido cinco militares en 24 horas y otros 29 resultaron heridos" , dijo el portavoz militar ucraniano Andrei Lysenko a la prensa.