La mayoría de los venezolanos cumple al menos una semana sin comprar carne de res, un alimento que desapareció de los comercios cuando el Ejecutivo puso en marcha controles de precios en el marco de su plan de "recuperación" con el que espera sacar al país de la crisis económica.

El mismo escenario se repite en los mercados municipales de varias ciudades y en los mercados populares que se arman semanalmente en decenas de comunidades y que agrupan a vendedores de varios productos, pero donde la carne también dejó de formar parte de la oferta.

En medio de la escasez generalizada que vive Venezuela desde hace años, la carne era un producto que se podía encontrar con relativa facilidad en mercados y carnicerías solo que precios casi inalcanzables para alguien que devengue el salario mínimo legal, ubicado actualmente en unos 30 dólares.