Decenas de personas acudieron al centro de Mánchester para rendir un homenaje a las víctimas del atentado, en su mayoría adolescentes, que fallecieron tras el ataque suicida atribuido al Estado Islámico en un estadio donde se presentaba la artista de música pop, Ariana Grande. 

En Reino Unido hay alerta máxima ante posibles nuevos ataques.