Los niños y adolescentes de Bolivia son cerca de 4,5 millones, un 47% de los casi 10 millones de habitantes del país, según el estudio concluido a fines del 2009, pero presentado este jueves.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) aseguró hoy en un informe que en Bolivia hay más de 850.000 niños y adolescentes trabajadores, muchos de ellos en condiciones peligrosas o de explotación.El informe fue presentado en un acto al que asistió la coordinadora de la Organización de Naciones Unidas en Bolivia, Yoriko Yasukawa; el representante adjunto de Unicef en La Paz, Ludwig Guendel, y el Defensor del Pueblo, Rolando Villena.Los niños y adolescentes de Bolivia son cerca de 4,5 millones, un 47% de los casi 10 millones de habitantes del país, según el estudio concluido a fines del 2009, pero presentado este jueves.Además de la realidad de los niños y adolescentes trabajadores que tienen entre 5 y 14 años, Unicef señala que seis de cada diez menores viven con necesidades básicas insatisfechas.En el caso de los menores indígenas "los datos son más preocupantes" porque nueve de cada diez "viven por debajo de la línea de la pobreza", agregó Guendel.El informe destaca también que en los últimos años en Bolivia hubo avances en salud, nutrición, educación, pero todavía "la pobreza, discriminación, la violencia, el maltrato, el trabajo infantil" son factores que violan los derechos del sector.Villena agregó además que 6.000 niños viven en las calles, 2.000 en las cárceles como acompañantes de sus padres o familiares, más de 32.000 en hogares estatales o privados, y dos de cada diez niños son objeto de maltratos o violencia en hogares y escuelas.También aseguró que, de forma global, unos 2,5 millones de niños y adolescentes pueden considerarse en situación de riesgo.Yasukawa llamó la atención sobre el hecho de que en Bolivia, como en otros paÍses de América Latina, la población vea como "normal" a niños mendigando o trabajando en las calles, cuando se trata de una consecuencia de las polÍticas que los Estados ponen en marcha.También criticó que en Bolivia hay mucha polarización en la polÍtica y polémicas muy centradas en conflictos sobre la coyuntura, pero sin discutir sobre los programas de largo plazo para dar a los niños y adolescentes una vida digna.