Entre las varias decisiones tomadas por el Papa León XIV en sus primeros cuatro meses de pontificado, recientemente se supo que autorizó el regreso de una misa que fue prohibida por su antecesor, el papa Francisco, lo cual ha causado algo de sorpresa en varios creyentes.
Se trata de la misa tridentina, también conocida como misa tradicional en latín, la cual va a ser celebrada en el altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro tras tres años de ausencia.
Y es que desde el año 2021, esta celebración Católica quedó totalmente limitada bajo el motu proprio Traditionis Custodes de Jorge Mario Bergoglio, ya que solamente se podía hacer bajo permisos especiales que fueron otorgados por la Santa Sede.
Raymond Leo Burke, cardenal estadounidense, quien fue una de las voces más criticas a las decisiones tomadas por el papa Francisco, será el encargado de celebrar la primera misa tridentina en San Pedro tras el levantamiento de la suspensión el próximo 25 de octubre del 2025, lo cual hace que el acto sea fuertemente simbólico.
En ese sentido, los sectores tradicionalistas de la Iglesia Católica, que son los de tendencia conservadora, lo consideran no solo un cambio de rumbo, sino un triunfo contra las restricciones del pontificado que estuvo al mando de esta importante religión entre 2013 y 2025.
Así se vio reflejado en la reacción de asociación ‘Popolo Summorum Pontificum’, la cual señaló que es importante porque es un gesto de apertura hacia los sacerdotes y creyentes que han sido defensores de que la liturgia antigua continúe en la Iglesia Católica.
Cabe recordar que las razones que tuvo en cuenta el Papa Francisco para prohibir la misa tridentina fue para que la práctica litúrgica fuera ordenada y que no hubiera divisiones internas, dándole así prioridad a la unidad de las reformas aplicadas en el marco del Concilio Vaticano II.
La prensa cercana al Vaticano asegura que esta decisión se dio como resultado de la relación cercana que hay entre el Papa León XIV y el cardenal Burke. Ambos tuvieron una audiencia privada en el pasado mes de agosto, y allí el pontífice estadounidense acordó con su compatriota el regreso de la misa tradicional en la basílica vaticana.
La misa tradicional en latín fue codificada por el papa San Pío V y quedó plasmado en el Misal de 1570, dando el cumplimiento al pedido del Concilio de Trento (1545-1563) en manera de respuesta a las doctrinas que fueron planteadas en la reforma protestante.
Se le llama misa tradicional porque durante varios siglos se celebró esta forma litúrgica con la participación de varios santos hasta que llegaron las reformas del Concilio Vaticano II.