La misión espacial china Tianwen-1 ha logrado un nuevo hito científico al observar con éxito el cometa interestelar 3I/Atlas, también conocido como C/2025 N1, a través de su cámara de alta resolución.
El anuncio de dicha observación fue realizado por la Administración Espacial Nacional de China (CNSA), la cual destacó la relevancia de este logro en el estudio de objetos provenientes del espacio interestelar.
Durante la observación, la sonda se encontraba a unos 30 millones de kilómetros del cometa, convirtiéndose en una de las más cercanas en registrar este tipo de fenómeno. Las imágenes captadas fueron transmitidas a la Tierra, donde fueron procesadas y analizadas mediante un sistema de aplicación terrestre especializado.
Los resultados muestran con gran claridad la estructura típica de un cometa: un núcleo rodeado por una coma de polvo y gas cuyo diámetro alcanza varios miles de kilómetros. A partir de una secuencia de fotografías tomadas en intervalos de 30 segundos, los investigadores del proyecto elaboraron una animación que permite visualizar la trayectoria del objeto interestelar y su desplazamiento a través del sistema solar.
Con base en los datos recogidos, el equipo científico de Tianwen-1 continúa desarrollando estudios más detallados sobre la composición, movimiento y comportamiento del cometa, que podrían aportar información valiosa sobre los orígenes y la evolución del universo.
Características
El cometa 3I/Atlas tiene un núcleo estimado entre 10 y 30 kilómetros de diámetro y viaja a una velocidad superior a los 68 kilómetros por segundo, lo que equivale a más de 245.000 km/h.
Su órbita hiperbólica confirma que no pertenece al sistema solar, sino que procede del espacio interestelar y, tras su paso cercano al Sol, regresará al vasto espacio exterior.
Descubierto el 1 de julio de 2025 por la red ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), ubicada en Chile, 3I/Atlas es el tercer objeto confirmado que llega desde fuera del sistema solar. Antes de él, solo se habían identificado dos visitantes de origen similar: ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019).
Su estudio representa una oportunidad única para analizar material formado en otro sistema estelar, lo que podría ofrecer claves sobre la formación de los planetas y la materia primigenia del cosmos.
Según señalaron los expertos, a pesar de su velocidad y tamaño, el cometa no representa ningún riesgo para la tierra. Su máxima aproximación se producirá el 19 de diciembre, cuando pasará a unos 270 millones de kilómetros del planeta tierra, una distancia considerada completamente segura por los astrónomos.