Estados Unidos ha dado un paso decisivo en su estrategia antidrogas y antiterrorista al designar al Cártel de los Soles como una organización terrorista internacional, según un anuncio oficial de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
Según la OFAC, el cártel venezolano liderado por el régimen de Nicolás Maduro, denominado como un grupo narcotraficante de orden transnacional, ha brindado apoyo material a otras organizaciones que ya están clasificadas como terroristas, como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa.
Este movimiento se enmarca dentro de la orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump en enero, que permite que grupos del crimen organizado sean sancionados como organizaciones terroristas extranjeras.
Desde Washington, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo que la sanción busca desmantelar organizaciones terroristas, según EE. UU., estaría operando con impunidad bajo la estructura del gobierno venezolano: “la Administración de Maduro facilita el narco-terrorismo y nosotros vamos a exponer esas redes”, afirmó.
La designación conlleva severas sanciones: todos los bienes del cártel que estén bajo jurisdicción estadounidense quedan congelados, y cualquier persona o entidad que dé apoyo material al grupo podría enfrentar consecuencias legales graves.
Esta decisión de EE. UU. ha recibido respaldo internacional: Paraguay declaró recientemente al Cártel de los Soles como organización terrorista, sumándose así a una postura que también han adoptado Ecuador y otros países. Por su parte, en Perú, el Congreso aprobó una moción similar para tipificar al cártel como una amenaza terrorista transnacional.
En Colombia, el Senado también dio un paso político: aprobó una proposición para declarar al Cártel de los Soles como organización criminal terrorista, apelando a la necesidad de proteger la estabilidad institucional regional.
La designación de EE. UU. no ha estado exenta de críticas y teorías políticas: algunos expresidentes colombianos respaldaron la medida, mientras otros analistas advierten sobre los riesgos de mezclar narcotráfico con terrorismo, lo cual podría estrechar aún más la tensión diplomática con Venezuela.
Por su parte, el régimen venezolano ha rechazado las acusaciones. Integrantes del gobierno de Maduro defienden que el Cártel de los Soles es una construcción de EE. UU. para justificar una agresión política y económica contra Venezuela, y han denunciado la medida como un acto de intervención.
Con esta medida de designación del Cártel de los Soles, Estados Unidos reafirma su estrategia política contra el narcoterrorismo y probablemente, de continuar desmantelando operaciones financieras y logísticas del crimen organizado.