Tras casi dos días de persecución, las autoridades del estado de Minnesota capturaron a Vance Luther Boelter, el hombre de 57 años señalado como el autor del asesinato de la congresista demócrata Melissa Hortman y su esposo. La detención se produjo en la noche del domingo 15 de junio, sin que se hiciera uso de la fuerza, según confirmó la Policía Estatal.
La captura tuvo lugar en una zona boscosa de Green Isle, ubicada a más de una hora de Mineápolis. El operativo involucró a más de 100 oficiales, incluidos equipos SWAT, que desde el sábado buscaban al sospechoso, considerado altamente peligroso.
Boelter está acusado de irrumpir en las viviendas de dos figuras del Partido Demócrata en Minnesota. Primero habría atacado al senador estatal John Hoffman y a su esposa, quienes resultaron gravemente heridos. Horas después, se dirigió a la residencia de Hortman y disparó contra ella y su marido, causándoles la muerte.
La congresista, de 55 años y madre de dos hijos, era una destacada defensora del derecho al aborto y se había desempeñado como presidenta de la Cámara de Representantes estatal. Las autoridades hallaron en el vehículo abandonado de Boelter una lista con nombres de más legisladores y clínicas vinculadas a causas progresistas.
En el momento del ataque, Boelter vestía un uniforme falso de policía y llevaba una máscara de látex. Una fotografía difundida por las autoridades lo muestra tocando el timbre de una casa con ese disfraz, lo que ha generado gran alarma en la opinión pública y en los círculos políticos.
Durante el operativo, los investigadores también incautaron un cuaderno con nombres y objetivos que, aunque no fue descrito como un manifiesto tradicional, sugiere que el ataque estaba premeditado y con una motivación ideológica específica.
La senadora estadounidense Amy Klobuchar confirmó a través de X que John Hoffman fue sometido a múltiples cirugías. Él recibió nueve impactos de bala y su esposa, ocho. Ambos permanecen hospitalizados, aunque estables, según el último parte médico.
Boelter figura como director de patrullas en una empresa de seguridad privada llamada Praetorian Guards Security Services, y según versiones de la prensa local, también se desempeñaba como predicador. Su compañero de vivienda, David Carlson, reveló que recibió un mensaje de texto en el que Boelter le advertía que se ausentaría por un tiempo y que “quizás moriría pronto”.
El gobernador del estado, Tim Walz, describió los hechos como un acto de violencia política selectiva. El presidente Donald Trump, al referirse al tema, condenó los ataques pero no evitó lanzar críticas al mandatario de Minnesota, a quien tildó de incompetente.
La conmoción generada por este caso reaviva las tensiones políticas en Estados Unidos. Mientras los investigadores confirman que Boelter actuó solo, se mantiene activa la vigilancia sobre otros posibles blancos que figuraban en su lista. Las banderas fueron izadas a media asta en todo el estado como señal de luto oficial.