En un acto simbólico y profundamente significativo, el diario La Prensa de Nicaragua fue distinguido con el Premio Mundial a la Libertad de Prensa UNESCO/Guillermo Cano 2025, un reconocimiento a su labor periodística incansable, incluso desde el exilio. La ceremonia oficial tuvo lugar en Bruselas, donde la Fundación Guillermo Cano resaltó el compromiso y la valentía de este medio centroamericano que, desde hace años, se ha convertido en un faro de resistencia frente a un régimen represivo.

Desde 2021, el equipo de La Prensa se ha visto forzado a operar desde fuera de Nicaragua, luego de que su sede fuera confiscada por el gobierno de Daniel Ortega y varios de sus periodistas y directivos fueran detenidos o se exiliaran por motivos de seguridad. Sin embargo, a pesar del destierro, el medio ha mantenido viva su misión: informar sin censura, conectando a la ciudadanía con la verdad a través de su plataforma digital.

Este premio es para quienes se niegan a callar incluso cuando el poder quiere imponer el silencio”, declaró Ana María Cano Villazón, portavoz de la fundación y nieta del periodista colombiano Guillermo Cano, asesinado en 1986 por denunciar al narcotráfico. La distinción se entregó precisamente en el marco del centenario del nacimiento de Cano, convertido hoy en símbolo mundial de la libertad de prensa.

La Prensa se une así a una lista de ganadores que incluye a periodistas y medios de renombre como María Ressa (Filipinas) y Niloofar Hamedi (Irán), ambos reconocidos por su valentía frente a regímenes autoritarios. El jurado destacó que el caso de Nicaragua representa “uno de los ejemplos más extremos de represión contra los medios en América Latina”.

En respuesta al premio, el gobierno nicaragüense anunció su retiro oficial de la UNESCO, una medida que fue interpretada como represalia directa y parte de una política sistemática para aislar al país de organismos internacionales que promueven la libertad de expresión.

La Fundación Guillermo Cano reaccionó con firmeza, asegurando que se trata de “otro acto desesperado por silenciar la prensa libre y castigar la transparencia informativa”. Agregaron que retirarse de foros internacionales no impedirá que el mundo sepa lo que ocurre dentro de las fronteras nicaragüenses.

La historia de La Prensa no es solo la de un medio atacado, sino la de una redacción que eligió la resistencia en lugar de la rendición, el periodismo como antídoto contra el silencio. Su galardón en 2025 es, además, un homenaje a todos los reporteros y reporteras que, como Guillermo Cano en su tiempo, enfrentan riesgos extremos por contar la verdad.

Recordar a Guillermo es renovar el compromiso con su legado”, concluyó Ana María Cano. Y ese legado, hoy más que nunca, se refleja en la valentía editorial de La Prensa de Nicaragua, cuya voz sigue firme pese al exilio.