La tarde del sábado en una transitada calle de Valencia se transformó en un escenario de tensión y violencia que ha desatado la indignación de una familia colombiana y generado debate público en redes sociales. Layli Colorado, una joven de 26 años que reside en España desde hace más de tres años, afirma haber sido agredida por varios agentes de la Policía Nacional frente a su hijo de tres años, quien tiene autismo.
Los hechos ocurrieron, según relata Layli, cuando se dirigía a casa de unos amigos junto a su hijo y una amiga. Al pasar por la calle San Vicente Mártir, vieron cómo dos agentes tenían en el suelo a dos jóvenes esposados. La mujer que la acompañaba habría increpado a los policías por su forma de actuar, lo que desencadenó una reacción que califican como desproporcionada.
Layli afirma que los agentes exigieron su identificación sin dar explicación clara, y al negarse, fue reducida violentamente. “Me empujaron contra un coche, me tiraron al suelo y me golpearon. Yo gritaba por mi hijo, que estaba viendo todo sin entender”, expresó. Asegura que fue esposada y llevada a una dependencia sin cámaras, donde recibió más golpes e insultos por parte de los uniformados.
Momentos después llegaron los padres de Layli, alertados por el ruido, junto con un amigo de la familia. Según la versión de los afectados, todos ellos también fueron agredidos, incluidos su madre y su padre, a quienes presuntamente golpearon con porras. Un vídeo grabado por testigos y compartido por la familia muestra parte del tumulto y la intervención de varios agentes.
La Policía Nacional, por su parte, emitió un comunicado con una versión muy distinta. Según el reporte oficial, cinco personas fueron detenidas: dos por amenazas con arma blanca y tres por atentado a agente de la autoridad. También informaron que cuatro agentes resultaron heridos y que fue incautado un cuchillo de 20 centímetros. Alegan que las mujeres interferían con una actuación policial y que una de ellas incluso habría embestido con un cochecito de bebé a uno de los agentes.
El relato policial indica que las personas detenidas increpaban a los funcionarios con gritos, intentaban provocar una reacción de los transeúntes y se negaban a colaborar. Tras la llegada de refuerzos, aseguran, la situación se tornó más caótica, con varios implicados agrediendo a los uniformados.
La familia colombiana insiste en que la actuación fue abusiva y desmedida. Afirman que estuvieron retenidos por más de 24 horas, sin garantías y bajo tratos que consideran degradantes. “La rabia y el miedo que sentí al ver cómo golpeaban a mi madre, y la impotencia de no poder proteger a mi hijo, son cosas que no se me van a olvidar”, dijo Layli a medios españoles.
Hasta el momento, no se ha anunciado si los detenidos interpondrán una denuncia formal. Sin embargo, los vídeos y testimonios ya han comenzado a circular ampliamente, avivando el debate sobre el uso de la fuerza por parte de las autoridades en intervenciones públicas. El caso sigue en desarrollo, mientras diversas organizaciones sociales han comenzado a solicitar una investigación independiente que esclarezca lo ocurrido.