En medio del fortalecimiento del Gobierno de Donald Trump hacia las políticas migratorias en Estados Unidos, especialmente las deportaciones de migrantes ilegales, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) empezó a utilizar una nueva tecnología que permitirá controlar los carros de extranjeros en todo el país.

Estos son los lectores automáticos de placas (ALPR) que permite hacer el registro de la matrícula de un vehículo a través de una fotografía rastreando sus desplazamientos y rutas en tiempo real. Se encuentran instalados en semáforos, postes, autopistas y estacionamientos y las patrullas policiales lo tienen a mano.

La información que se obtiene a través de esta metodología es enviada a bases de datos de la Policía porque ahí se puede identificar algún patrón de conducta. Por el momento, donde ya se ha puesto en práctica este sistema es en el Estado de Nueva York.

Los vehículos serán custodiados por las autoridades migratorias de Estados Unidos. | Foto: x

“Si usted tiene un auto registrado con su nombre o dirección, ICE puede rastrear su recorrido y conocer sus vínculos personales”, aseguró la entidad Immigrant Defense Project (IDP), advirtiendo que la tecnología permite saber el lugar de residencia de la persona y los lugares que frecuenta.

No obstante, algunas empresas de tecnología durante los últimos días han tomado la decisión de suspender varios de sus contratos con agencias gubernamentales, ya que han recibido críticas por la seguridad de la información que le brindan al Gobierno Federal.

Aunque el uso de los ALPR no se trata de una novedad en Estados Unidos, sí ha generado alertas en organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes tras haber sido incorporada en el ICE. Así lo ha alertado la American Civil Liberties Union (ACLU).

Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han cuestionado la implementación de esta tecnología. | Foto: VANESSA CARVALHO

Según la ACLU, este sistema, que permite el acceso masivo a datos de localización vehicular, vulnera la privacidad de una gran cantidad tanto de conductores migrantes como de ciudadanos estadounidenses que utilizan sus automóviles con familiares sin estatus migratorio.

“La vigilancia constante convierte la placa del auto en un punto de rastreo permanente. Cualquier persona asociada al vehículo puede ser blanco de una investigación”, advirtió IDP por el posible aumento de detenciones arbitrarias y las deportaciones selectivas.

Algunos Estados, por órdenes de sus gobernadores, han empezado a revisar varias de sus leyes relacionadas con el uso de lectores automáticos de placas, luego de las críticas que han hecho tanto ciudadanos como las organizaciones.

Por su parte, activistas y líderes políticos han recomendado que se implementen regulaciones que pongan limites al intercambio de datos de los propietarios de los vehículos entre las agencias locales y federales.