En mayo del 2010, recién ocurrió el accidente cerebrovascular que sumió a Cerati en el coma de cuatro años que terminó hoy con su fallecimiento, las periodistas Patricia Lee y Paola Andrea Gómez indagaron sobre el roquero. Perfil.

Cerati ya tenía antecedentes. Fumador empedernido desde los 18 años de dos paquetes diarios de cigarrillos, ya había tenido una trombosis hace pocos años. Marcelo Fernández Bitar, que publicó una extensa biografía sobre el músico, contó que "hace cuatro años tuvo el primer llamado de atención y dejó de fumar, pero recayó. Sin embargo, no sé si eso está en directa relación con lo que pasó", admitió.Su círculo íntimo lo acompaña en este momento: su hermana Laura, que es su mano derecha, su mamá, Lilian Clark, su novia, la modelo Chloé Bello, su mánager Fernando Travi y los músicos de la banda.Gustavo, padre de dos hijos adolescentes de su primer matrimonio con una chilena, un mes atrás empezó el romance con Chloé Bello, 28 años menor que él. Chloé es dueña de un restaurante en el exclusivo barrio porteño de Puerto Madero, y viajó con él durante la gira que estaba realizando.Ahora se han conocido las fotos de la pareja divirtiéndose en Los Ángeles, Acapulco, Miami y México. Por motivos laborales, Chloé volvió a Londres y por eso no estaba en el momento del accidente en Venezuela, país donde a Cerati su salud le jugó una mala pasada.Pero, en realidad, a los 50 años, energía era lo que le sobra a Cerati. A sus roles de músico, compositor y productor sumó su pasión por el diseño de moda. De la mano de la tienda chilena Falabella, diseñó una colección de ropa masculina que lleva su firma, y con una fuerte imprenta roquera. La colección se vende bajo la marca Basement. "No se puede separar la moda del rock, se miran continuamente", argumentaba.Tan talentoso en las artes como polémico. Hace poco, durante la presentación de su última producción en Lima, se burló del cantante Ricardo Arjona. Como los dos estaban dando un concierto simultáneamente, Cerati preguntó desde el micrófono: "¿Y quién va a ver a Arjona?". Lo cierto es que Arjona llevó 20.000 espectadores y Cerati 7.000.Tal parece que odia el MP3. Por eso, lanzó una edición de su disco Fuerza Natural en vinilo, para recordar aquellos tiempos sin MP3 en los que, según él, oír música no había perdido la mística.“Me gusta el rito de poner en mi bandeja un disco y dejarlo sonar y luego darle vuelta, porque implica parar las actividades para escuchar un disco, cosa que pocos hacen actualmente. Hoy tienes ocho mil canciones en un iPod, no necesitas cambiar nada. Pero siento que en estos momentos de tanta velocidad en el mundo, estaría bueno darle tiempo a cada cosa”, argumentó en una entrevista con Colprensa.El hombre que a veces se esconde tras unas gafas oscuras y gorros discretos para caminar tranquilo por las calles y evitar que sus fans lo acosen con autógrafos, se enorgullecía de las firmas que había logrado de los integrantes de The Police en un disco que colgó en la pared de su habitación. “Mi madre me lo sacó de la habitación y al final lo rompió, pero años más tarde tuve la oportunidad de tocar con algunos de los integrantes de The Police. La vida me dio esa gran posibilidad, mucho más allá de un autógrafo”.Cerati era explosivo. A veces hiriente. Irreverente. Y a su carácter muchos atribuyen la disolución de Soda Stereo.